Cuando te das cuenta de que a tu hijo o tu hija le está costando concentrarse en sus deberes o en una tarea, no consigue poner atención en lo que hace, no para de moverse…
Le dices frases como:
– ¡Concéntrate!
– ¡Quédate quieto!
Pero parece que no te hace caso, sigue moviéndose, hasta te da la sensación de que te toma el pelo.
Eso irrita, ¿verdad?
Sabes que en este momento va bien hacer una respiración profunda para calmarte, pero sigues sin saber qué hacer por tu peque…
Piensas en sus resultados escolares, en su futuro, y te desesperas.
¡Ojalá existiera una herramienta, una manera, un… algo, que pueda ayudar a mi hijo, mi hija, a tranquilizarse y centrarse!
Creo que te va a reconfortar saber que si se les enseña a los niños a apreciar la calma, ¡les encanta!
Y que puedes aprochechar el verano para aprender, junto con l@s niñ@s, prácticas y recursos muy útiles en los moments de estrés, para regular las emociones y pasar juntos momentos de calidad.